Su dulzura, esos besos imaginarios,su caminar, delicioso manjar,

mirada tan radiante,capaz de arreglar cualquier día,

tormentosa pesadilla fogosa, que el sentido trastorna, 

el corazón acelera y la mente vuelve loca, me dejas sin

motivos ni excusas tontas para saludarte, casi están agotadas.

Acércate despacio esta vez y sentémosnos a observar estrellas,

agotando el tiempo hasta apagarse como si cerraran el telón.

Disfrutemos, sin pensar en el mañana, dejándonos llevar, libres,

mecidos por la brisa, por el cauce de tu caricia, marcando nuestras

reglas, nuestro destino sin límite al deseo.

persiguiendo el sol, me perdí en tu mirar, olvidando la señal, quedando a la deriva,y que más da, si con recordar tu paso al caminar, me perderé donde tu estés, te encontraré entre el edén,escuchando a la orquesta tocar, soñando  con ello aún viendo la tormenta pasar,sin necesidad de despertar,sólo quererte admirar,contando cada lunar hasta caer el atardecer en un refrescante día veraniego,disfrutando el largo destino,  compartiendo lo vivido sin caer en el olvido, serás mi reflejo, dulce veneno que se esparce por el suelo,es aquello que se propone,sabe hacerte besar el cielo y hacerte caer, sacando sonrisas dejando su rastro por el prado.